Hace más de 30 años mis padres decidieron
traerme a mí y a mis hermanos a los Estados Unidos con la intención
de darnos una oportunidad a una vida mejor. Mis hermanas mayores y
mis padres trabajaron en fabricas para seguir adelante y darme a mí
y a mis dos hermanos menores la oportunidad de recibir una
educación. En 1994 fui el primero de mi familia en recibirme de la
universidad y en 1998 me recibí de abogado. Siempre estaré
agradecido a mi familia y a mi esposa por los sacrificios que
hicieron para que yo me recibiera como abogado.
En 1999 empecé mi carrera como abogado. Inicialmente me dedique a
casos penales, pero pronto descubrí que mi pasión estaba en
inmigración. Recuerdo todavía uno de mis primeros casos. Le pude
conseguir la residencia a la Sra. Contreras, su esposo y dos hijos,
a pesar de que el Departamento de Inmigración les había dicho que no
inicialmente. El agradecimiento que recibí de esta familia y la
satisfacción personal de ayudar a esta familia cambio mi enfoque
profesional. También, descubrí que nuestra comunidad sufría por
causa de personas que se aprovechaban de esa esperanza de obtener la
residencia que nunca muere. Me di cuenta que los estafaban con
promesas que no se podían cumplir. Desde ese momento, decidí que
tenía que dedicarme a defender a mi comunidad de inmigrantes por que
existía y sigue existiendo la necesidad de protegerla.
Yo entiendo las preocupaciones de mis clientes y entiendo sus
frustraciones, pues yo también las viví. Por eso, tratamos a
nuestros clientes con respeto y más que nada, con honestidad. Hoy,
sigo recibiendo
recomendaciones de la familia Contreras. Como ellos, la familia
Pérez, familia Jiménez, familia Alfaro, y muchas más les agradezco
su lealtad. |
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More than 30 years ago my parents decided to bring me and my family to the United States with the intention of giving us an opportunity for a better life. My older sisters and my parents worked in factories to give me, my younger brother and sister, the opportunity to receive an education. In 1994 I was the first of my family to graduate from a university and in 1998 I graduated from law school.
I will always be grateful to my family and my wife for their sacrifices and their support.
In 1999, I began my career as a lawyer. I initially started with criminal cases, but soon I discovered that my passion was in immigration. I still remember one of my first cases. I was able to help Mrs. Contreras, her husband and two children get their legal residency. I was able to help them even though The Immigration & Naturalization Service had initially told them no.
The gratitude I received from this family and the satisfaction of helping this family changed my career path. Also, around the same time, I discovered that our community was suffering because of people exploiting our never ending hope of obtaining legal residency in this great country. I found out that our community was misled by people that made promises that could not be fulfilled.
From that moment, I decided that I should devote myself to defend and protect my community because the need was and still is there.
I understand the concerns of my clients and understand their frustrations because I also lived them. Therefore, we treat our customers with respect and more than anything, honesty. Today, I keep getting referrals from the Contreras family. I thank the Contreras family, the Pérez Jiménez family, Alfaro family, and many more for your loyalty and confidence.
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